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Reconocimiento y validación: pilares en el manejo de emociones

El trabajo emocional consiste en el reconocimiento y la validación de las emociones. Se trata de aprender cómo trabajar las emociones a partir de la identificación de qué se siente, por qué y darle el valor que merece. Cuando estos elementos fallan, las emociones negativas toman el control, aumentan los niveles de estrés y los niveles de depresión.

 

Aspectos clave para identificar y entender las emociones

Reconocimiento

El reconocimiento significa poner en palabras lo que se siente. Es un ejercicio que ayuda a descubrir qué tanta facilidad se tiene para identificar cómo trabajar las emociones propias. Si hay dificultad, puede ser que se esté reprimiendo lo que se siente ya sea por vergüenza o culpa.

Validación

La validación consiste en aceptar sin juzgar, minimizar, ridiculizar o rechazar lo que se siente. Es entender que las emociones no son buenas o malas, sino que son huellas de la experiencia que nos enseñan lo que nos hizo bien y lo que nos dañó, para usarlo en el presente y transformar el futuro; son también el impulso para alcanzar metas. Perder la vergüenza implica entender a las emociones adecuadamente y reconocer el derecho de experimentarlas. Por ejemplo, cuando se atiende a un adulto mayor en situación de vulnerabilidad, es útil observar si la frustración que conlleva este tipo de cuidados genera culpa al cuidador. Cuando no se manejan adecuadamente las emociones se reacciona desmedidamente ante situaciones comunes, como puede ser la incontinencia urinaria o cualquier otro aspecto cotidiano. Cuando una persona logra descubrir lo que siente sin rechazo, entonces será capaz de transformarlo. Por esta razón una de las estrategias en el manejo de emociones es aprender a reinterpretarlas. Un ejemplo es el estrés. Kelly McGonigal, profesora de la Universidad de Stanford, propone no verlo como un enemigo. Se trata más bien de un maestro de nuestra propia naturaleza, ya que libera hormonas y neurotransmisores que favorecen el aprendizaje y los vínculos sociales que ayudan a una persona estresada a reconocer las cualidades que posee para sacar adelante cualquier desafío.

 

Cómo trabajar las emociones: Conocerse a sí mismo

Las emociones son la ventana al mundo interior de una persona. Detrás de cada emoción hay una idea arraigada; centrarse en estas ideas o pensamientos es importante para saber cómo trabajar las emociones. Por ejemplo, una persona a la defensiva probablemente es una persona que por mucho tiempo se ha sentido juzgada. La tristeza puede ser originada por pensamientos de minusvalía; mientras que el enojo puede ser causado por auto recriminaciones y culpabilidad. Las ideas o pensamientos que más afectan emocionalmente son los relacionados a la identidad y la capacidad: ¿Quién soy y de qué soy capaz? La vida se afronta desde esas dos ideas centrales. Un buen trabajo emocional es aquel que consiste en transformar la imagen de uno mismo y ayudar a otros a transformar la suya. Es aprender a perdonar errores propios y darse la oportunidad de reconocer fortalezas. Es saber disfrutar de grandes o pequeñas victorias y descubrir que las emociones pueden ser excelentes maestras.

 

Referencias Bibliográficas
Domenech López (octubre 1998)
Los grupos de autoayuda como estrategia de intervención en el apoyo social
Alternativas. Cuadernos de Trabajo Social, N.6; pp.179-195
McGonigal, K. (2013). How to make stress your friend. Ted Global, Edinburgh, Scotland, 6, 13

 

 

 

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