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Consecuencias emocionales de la incontinencia urinaria

La incontinencia o pérdida involuntaria de orina es un problema frecuente que afecta de manera importante la calidad de vida de las personas, debido al impacto emocional que produce en las mismas.

Esta condición puede presentarse a cualquier edad y con diferente nivel de intensidad. La incontinencia de nivel fuerte es más común en los adultos mayores; sin embargo, la mayoría de las personas con incontinencia tienen nivel leve a moderado.

Suele ser más frecuente en mujeres que en hombres. Además, puede presentarse desde una edad tan temprana como los 35 años.

La pérdida de orina no solo afecta al paciente, sino a todo su entorno. Los miembros de la familia necesitan educarse y ponerse en el lugar de su familiar. Así podrán entenderlo y ayudarlo adecuadamente.

Consecuencias emocionales de la incontinencia urinaria

Las personas con pérdida involuntaria de orina, además de la incomodidad física, suelen experimentar situaciones emocionales difíciles. Estas no siempre son consideradas por sus cuidadores (familiares o profesionales) y tienden a empeorar notablemente su estado de salud integral. Algunas de estas situaciones son sentimientos de culpa y humillación. Las personas pueden sentir vergüenza ante sí mismos y ante los demás. Igual que pérdida de autoestima, inseguridad, ansiedad, tristeza, miedo a sufrir reclamos o a generar rechazo de otras personas, aislamiento social y discontinuidad de actividades laborales, sociales y sexuales. Si estos aspectos son ignorados, pueden desarrollarse condiciones más severas como depresión. Ante esta situación, las personas cuidadoras juegan un rol fundamental. Ellos pueden ayudar en la recuperación de la calidad de vida y el estado de salud del afectado, al entender el impacto emocional que genera la pérdida involuntaria de orina.

Manejo de las emociones en personas con incontinencia

Es muy importante que la familia y los cuidadores aprendan a comunicarse adecuadamente con las personas que padecen incontinencia. Así pueden ayudarlos a lograr un buen control de sus emociones. Recomendamos mantener un tono de voz suave, comprensivo y empático. Se debe ser paciente y en ningún momento hacer sentir culpable a la persona. Ante los logros debemos felicitarlo, ya que de esta forma mantendrá la motivación e irá recobrando su autoestima. Probablemente recuperará la confianza y subirá su ánimo al saber que la incontinencia urinaria es más frecuente de lo que se piensa, y que se puede controlar con tratamiento médico y técnicas específicas. Las personas con incontinencia suelen negarse a salir de la casa. Esto por temor a enfrentarse a situaciones embarazosas, lo cual limita su independencia. Debemos promover su autoimagen y autoestima. Asimismo, fomentar las relaciones sociales a través de salidas y paseos que los motiven, siempre considerando las estrategias necesarias para minimizar accidentes. Para aliviar la ansiedad, es importante respetar su privacidad. Establecer rutinas y evitar el consumo de sustancias estimulantes como alcohol, café, té y bebidas carbonatadas le ayudarán. Es importante mantenerse atento a los cambios de comportamiento. Las expresiones del rostro pueden orientarnos sobre el estado de ánimo y carga emocional, así como sus gestos, su postura y la velocidad del lenguaje. Está demostrado que la depresión es un factor que empeora la pérdida de orina. Asimismo, la incontinencia sostenida en el tiempo aumenta los niveles de depresión en la persona afectada. Es como un círculo vicioso. En caso de detectar signos de depresión, que se mantienen en el tiempo, se deberá consultar con un especialista capacitado en terapia emocional.

La gran responsabilidad de los cuidadores de personas con incontinencia

El objetivo de estas técnicas de control de emociones es que la persona se sienta comprendida y apoyada por sus familiares y cuidadores. Así podrá aceptar su condición, lograr el mayor grado de continencia posible (a través de técnicas específicas y herramientas rutinarias), evitar la depresión, mejorar su calidad de vida y apegarse a los tratamientos médicos con motivación.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Espuña Pons, M., Salinas Casado, J., & Adot Zurbano, J. (2004). Tratado de Uroginecología. Incontinencia Urinaria. Barcelona: Ars Medica.

 

 

 

 

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